Entre los otros defectos que pueden producirse por el secado se podrían destacar las exudaciones resinosas, aceitosas o gomosas, las coloraciones o decoloraciones y las bolsas de agua.
Las exudaciones, sean del tipo que sean, son inherentes a la naturaleza de la madera. Se producen siempre por el afloramiento al exterior de substancias de impregnación, debido a las fuertes presiones que se desarrollan sobre los elementos anatómicos de la madera a medida que ésta se va contrayendo durante el secado. El único remedio en estos casos es la moderación de la marcha del secado, pero si las piezas se encuentran fuertemente impregnadas, las exudaciones serán inevitables.
En cuanto a las coloraciones, están relacionadas casi siempre con altas temperaturas o humedades en las primeras fases del secado, o bien por la proximidad y a veces el contacto directo de la fuente de vapor con las pilas de madera. En ocasiones, se producen en la cubierta de los secaderos condensaciones y actuando en general cuando la especie es proclive a la manifestación de coloraciones con cédulas suaves.