Una vez que el material forestal ha sido almacenado en el bosque puede ser posible cargar la madera directamente a pie de tocón hasta su destino final, eliminando la necesidad de la fase adicional de transporte forestal. Esto es posible cuando las distancias son cortas como para que los equipos de transporte forestal puedan trasladar la madera directamente a la fábrica, pero lo más habitual es llevar primero la madera al cargadero, situado junto a la carretera forestal, antes de transportarla a larga distancia. Por esto los factores que afectan al transporte son; la situación geográfica del bosque, de la fábrica y la distancia entre ellos, además de otros como el surtido de madera para el que está proyectada la fábrica de destino y las clases de transporte disponibles y adecuadas.
Muchas fábricas aceptan surtidos variados de madera (ramas, trozas largas de 10 a 16 m, trozas cortas de 2 a 6 m, astillas o leña para trozar) mientras que otras sólo aceptan determinados tipos, por ejemplo, trozas cortas por carretera.
El transporte puede realizarse por carretera, ferrocarril, barco, flotación por vía fluvial o, según la geografía y la distancia, varios de estos medios, sin embargo la forma principal de transporte de la madera es el transporte en camión por carretera.
En el transporte por carretera hay dos puntos especialmente importantes en cuanto a la seguridad y salud de los trabajadores en los que hay que hacer especial hincapié; la demanda de horas extraordinarias para solventar la urgencia en recibir material y el alto índice de servicios contratados y subcontratados.
El tercio superior de los árboles talados es transportado a papeleras, mientras que los dos tercios restantes son transportados a aserradero, donde tras diversos procesos de mecanizado, se obtiene el producto deseado.