Disolución de cloruro de cinc.
Se trata de una disolución saturada a temperatura ambiente de cloruro de cinc en agua.
Se prepara añadiendo cloruro de cinc (Zn Cl2) a unos 100 ml. de agua destilada, hasta que quede un residuo insoluble.
Se deja enfriar a temperatura ambiente hasta que cristalice algo del cloruro de cinc.
La disolución se conserva en un frasco de reactivos, ya que es estable.
Disolución de yodo.
Debido a que el yodo no se disuelve bien directamente en agua, es preciso disolverlo previamente en una solución concentrada de yoduro potásico. Para ello, antes de nada, se miden 5 ml. de agua destilada en una probeta adecuada.
En un vaso de precipitados, previamente tarado, se pesan 2’1 gramos de yoduro potásico (KI).
En un vidrio de reloj tarado se pesan 0’10 gramos de yodo ( I2.)
Se añade el yodo al yoduro potásico y, junto con unas pocas gotas de agua procedentes de la probeta antes mencionada, se procede a disolver el yodo en el yoduro potásico, mediante agitación con una varilla de vidrio.
Solo cuando todo el yodo esté perfectamente mezclado se comienza a añadir el resto de los 5 ml de agua hasta completar la solución final.
Mezcla de disoluciones.
Se mezclan 15 ml. de la disolución sobrenadante de cloruro de cinc, 1 ml. de agua y la totalidad de la disolución de yodo.
Se deja la disolución en reposo durante 6 horas, por lo menos, para que sedimente cualquier precipitado que pudiera haberse formado.
Se decanta la disolución clara y si es preciso, se filtra en un embudo provisto de lana de vidrio (no filtros con fibras celulósicas que pudieran interferir posteriormente).
Se guarda en un frasco color topacio provisto de cuentagotas y se añade una escama de yodo. Cuando no se use, debe guardarse en la oscuridad. Cada dos meses debe prepararse reactivo nuevo.
Antes de emplear el reactivo recién preparado, debe comprobarse con fibras conocidas. Las fibras de algodón deberán teñirse de un color rojo vino. Una coloración azulada significa que la disolución es demasiado fuerte y que debe ser diluida con una porción muy pequeña de agua.
Las fibras de pastas químicas deberán teñirse de color azul-rojizo a violeta azulado. Una coloración rojiza indica que la concentración de cloruro de cinc es demasiado baja. Se ajusta añadiendo unos cristales de cloruro de cinc.