Una vez efectuado correctamente el corte direccional, habrá llegado el momento de hacer el corte de tala empezando desde el lado contrario del tronco y en dirección hacia la corte direccional. Recuerde efectuar el corte hasta llegar a la bisagra, pero sin rebasarla. Normalmente, el corte de tala estará al mismo nivel o a una altura ligeramente superior a la del corte direccional (véase la ilustración). La técnica utilizada para hacer el corte de tala dependerá del diámetro del tronco y de la longitud de la espada de la motosierra.
Utilice una barra desgajadora, palanca o cuña de derribo para derribar el árbol de manera segura. Estas herramientas evitan también que el árbol se incline en dirección contraria y la espada quede así trabada en el corte al intentar efectuar el corte de tala. Asimismo, asegúrese de contar con suficiente combustible en el depósito de la motosierra. Quedarse sin combustible mientras se efectúa el corte de tala podría ser peligroso.
La bisagra proporciona seguridad al proceso de tala y derribo
La bisagra es el elemento más importante a la hora de garantizar un derribo seguro y limpio. Se denomina bisagra a la sección de madera sin cortar que se deja entre el corte direccional y el corte de tala, ya que dicha madera de sostén actúa como si fuera una bisagra. La función de la bisagra es dirigir el árbol en su caída. La madera de la bisagra deberá poseer un grosor uniforme y su longitud deberá ser equivalente a al menos el 80 % del diámetro del árbol medido a la altura del pecho. La bisagra deberá tener una anchura equivalente al 10 % del diámetro del árbol medido a la altura del pecho. En el caso de aquellos árboles con un diámetro superior a 30 cm, bastará con dejar una bisagra de aproximadamente 3 cm de ancho. El ángulo de apertura del corte direccional determinará el tiempo en que la bisagra permanecerá intacta. Cuanto menor sea el ángulo, antes terminará rompiéndose la bisagra.