El corte direccional puede efectuarse de numerosas maneras. Evite efectuar el corte direccional a una profundidad excesiva. En teoría, no debería superar más del 15 o 20 % del diámetro del árbol a la altura del pecho.
Los tipos de cortes direccionales más comunes son los de tipo con apertura en ángulo e incluyen dos versiones (A y B); más concretamente, corte direccional con mayor ángulo de apertura y corte direccional inverso (Humboldt).
El corte direccional con mayor ángulo de apertura es más adecuado en aquellos terrenos con mayor pendiente en los que se necesita que la bisagra se mantenga intacta durante más tiempo debido a la inclinación del suelo. El corte direccional inverso se utiliza para aquellos árboles de gran tamaño ubicados en terrenos muy inclinados, así como para aquellas especies forestales de madera quebradiza con tendencia a astillarse durante el derribo.
El corte direccional se lleva a cabo en dos etapas: corte superior y corte inferior. El ángulo de apertura del corte direccional dependerá del método utilizado como puede verse en la ilustración adyacente. Recuerde que el corte deberá efectuarse lo más cerca posible del suelo para obtener un mayor control y nivel de estabilidad durante la caída del árbol. En ocasiones resulta necesario cortar algunas raíces expuestas antes de poder efectuar el corte direccional.