Se asumirá que el grosor y la anchura de la madera aserrada de coníferas se incrementan un 0,25% por cada 1% de aumento de humedad en el intervalo del 20 al 30% y disminuyen en un 0,25% por cada 1% de disminución del contenido de humedad por debajo del 20%.
En el caso concreto de la madera de frondosas, se considerará que en vez de un 0,25% el valor de aumento o de reducción del grosor o de la anchura, por cada un 1 % de variación de humedad, se tomará un 0,30% para el eucalipto y el roble francés.