En el caso de árboles de escaso diámetro, resultará más fácil efectuar el corte de tala desde la parte de atrás del árbol. Es muy importante que el corte de tala esté paralelo con respecto al corte direccional, de modo que la bisagra tenga un espesor homogéneo.
En el caso de árboles de pequeño diámetro, resultará difícil utilizar una barra desgajadora o cuña de derribo. Si el árbol está un poco inclinado, la espada se trabará en la madera. No obstante, apoyando su mano contra el tronco o utilizando una vara de 4 a 5 metros de longitud equipada con pinchos en su extremo, podrá empujar manualmente árboles bastante altos y pesados.
Asimismo, podrá utilizar este método para árboles de gran diámetro en caso de que no se incline hacia atrás o el viento sople en sentido contrario a la dirección de derribo prevista.
En el caso de árboles muy inclinados hacia delante, habrá más peligro y riesgo de daños si se efectúa el corte de tala desde la parte de atrás, ya que hay una mayor posibilidad de que la madera se astille. De ser posible, haga un corte por penetración y continúe el corte hacia atrás para este tipo de árboles.